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Uno de los grandes actores del cine y teatro británico y el más reconocido intérprete de las obras de William Shakespeare. Laurence Kerr Olivier nació el 22 de mayo de 1907 en Dorking, Surrey (Inglaterra), en el seno de una familia de talante conservador, siendo su padre pastor anglicano gran aficionado al mundo de las letras y el teatro. |
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Estimulado por su progenitor, Laurence sintió desde niño una gran atracción por el mundo de la escena y por Shakespeare, autor al que interpretó en numerosas ocasiones en los papeles más diversos desde su temprana adolescencia, fuesen éstos masculinos o femeninos (cuando la obra en cuestión estaba representada en su totalidad por chicos).
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Conseguido el éxito en las bambalinas en 1937 con "Romeo y Julieta", su triunfo en el cine no tardaría en llegar a raíz de su participación en la adaptación del clásico de Emily Bronte "Cumbres borrascosas", un flm co-protagonizado con Merle Oberon y dirigido por William Wyler.
Lograría también la primera de las muchas nominaciones al Oscar de su carrera, aunque finalmente la estatuilla terminaría en las manos de Robert Donat por "Adios, Mr. Chips".
Por esa época comenzó a tener problemas con su esposa, la actriz Jill Esmond (vista en películas como "Niebla en el pasado" o "Casanova Brown"), con quien se había casado en 1930 y de quien se divorciaría en 1940.
La causa de esas complicaciones maritales fue su encuentro con Vivien Leigh, la protagonista de "Lo que el viento se llevó". Ambos se casaron en 1940, y su felicidad como marido y mujer se prolongaría hasta 1960.
Los años 40 y 50 demostraron la gran valía de Laurence Olivier como actor cinematográfico, triunfando con películas como "Rebeca" (1940) de Alfred Hitchcock, "Más fuerte que el orgullo" (1940) de Robert Z. Leonard, "Lady Hamilton" (1941) de Alexander Korda, "Paralelo 49" (1941) de Michael Powell, "The Demi-Paradise" (1943) de Anthony Asquit, "Enrique V" (1944) de Reginald Beck y el propio Olivier, "Hamlet" (1948) de Olivier, "Carrie" (1952) de William Wyler, "Ricardo III" (1956) de Olivier con Anthony Bushell, "El príncipe y la corista" (1957), dirigiendo Laurence Olivier a Marilyn Monroe o "El discípulo del diablo" (1959), película que dirigió Guy Hamilton y que el intérprete británico co-protagonizaba con Burt Lancaster y Kirk Douglas.
En ese período recibió innumerables alabanzas tanto por su trabajo como actor, como por su labor en la producción y en la dirección. Consiguió un Oscar de honor en 1946 por "Enrique V".
Dos años después logró la estatuilla como mejor actor y mejor película por "Hamlet". Los nominados en 1948 al mejor actor eran Lew Ayres por "Belinda", Clifton Webb por "Niñera moderna", Dan Dailey por "When my baby smiles at me" y Montgomery Clift por "Los ángeles perdidos". Las películas que competían con "Hamlet" por el preciado galadón eran "Belinda" de Jean Negulesco, "El tesoro de sierra madre" de John Huston, "Las zapatillas rojas" de Michael Powell y Emeric Pressburguer y "Nido de víboras" de Anatole Litvak.
Además fue nominado como mejor actor por "Rebeca" (ganaría James Stewart por "Historias de Filadelfia"), "Enrique V" (el Oscar fue para Frederic March por "Los mejores años de nuestra vida") y "Ricardo III" (ganó Yul Brynner por "El rey y yo"). Nominado por mejor director por "Enrique V" (logró la estatuilla John Huston por "El tesoro de Sierra Madre") y por mejor película por "Enrique V" (consiguió el premio "Los mejores años de nuestra vida" de William Wyler).
En 1947 fue nombrado Sir y en en 1971 le fue condedido el título de Lord. Tras divorciarse de Vivien Leigh, Laurence Olivier se casó con la actriz británica Joan Plowright, de quien se enamoraría mientras rodaban el film de Tony Richardson "El animador" (1960). Junto a Joan, Olivier permanecería felizmente lo que le restaba de existencia.
Incansable en su faceta artística, el actor y director prosiguió su extensa carrera tanto en el cine como en el teatro hasta sus últimos días, cosechando triunfos personales al ser nominado al Oscar como mejor actor principal de nuevo por sus interpretaciones en la citada "El animador" (Oscar para Burt Lancaster por "El fuego y la palabra"), "Otelo" (1965) de Stuart Brudge (el premio fue para Lee Marvin por "La ingenua explosiva"), "La huella" (1972) (Marlon Brando por "El padrino" se llevaría la estatuilla) y "Los chicos del Brasil" (1978) (ganando Jon Voight por "El regreso"). También sería nominado como mejor actor secundario por "Marathon man", pero el Oscar sería para Jason Robards por "Todos los hombres del presidente". En 1978 le fue concecido un nuevo Oscar honorífico.
Además de esos gran cantidad de premios y honores, la carrera en la última etapa de Laurence Olivier deparó títulos recomendables como "Espartaco" (1960) de Stanley Kubrick, "El rapto de Bunny Lake" (1965) de Otto Preminger, "Kartum" (1966) de Basil Dearden, "Las sandalias del pescador" (1968) de Michael Anderson, "Tres hermanas" (1970) de Olivier y John Sichel , "Un pequeño romance" (1979), pelicula dirigida por George Roy Hill o "The Bounty" (1984) de Roger Donaldson.
El 11 de julio de 1989, uno de los más grandes actores que ha conocido la historia de la interpretación, fallecía en la localidad inglesa de Steyning, Sussex. Tenía 82 años.
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